Akita Inu: Nobleza y Fortaleza de la Raza Canina Japonesa
El Akita Inu, una raza canina legendaria originaria de Japón, encarna una combinación única de nobleza, lealtad y fortaleza física. A lo largo de los siglos, este majestuoso perro ha cautivado los corazones de muchas personas, tanto en su tierra natal como en el resto del mundo. Con su historia fascinante, características físicas imponentes y temperamento distintivo, el Akita Inu ha dejado una huella indeleble en el mundo canino.
Historia del Akita Inu: Orígenes y Evolución en Japón
El Akita Inu, también conocido simplemente como Akita, es una antigua raza de perro originaria de Japón. Su historia se remonta a siglos atrás, donde desempeñó un papel importante como perro de caza y guardián en la región montañosa de Akita, al norte de Japón. Su linaje se puede rastrear hasta perros primitivos japoneses y, a lo largo de los años, se han producido diferentes variedades de Akita, como el Akita Inu (gran Akita) y el Akita americano.
La Conmovedora Lealtad de Hachikō y el Akita Inu
El Akita Inu tiene una historia fascinante que se remonta a siglos atrás; sin embargo, hay algunos momentos y personajes destacados que merecen especial atención. Uno de los relatos más conocidos sobre la lealtad del Akita es la historia de Hachikō. Después de que su dueño falleciera inesperadamente en el trabajo, este Akita dorado-rojizo se negó a perder la esperanza y regresó todos los días durante una década a la estación de Shibuya en Tokio, hasta su propia muerte en 1935.
Esta persistencia conmovió a muchas personas y Hachikō se convirtió en un símbolo de la devoción inquebrantable que caracteriza a su raza. La historia de Hachikō ha sido inmortalizada en libros, películas y estatuas, incluyendo una frente a la estación de tren donde esperó tanto tiempo en vano. Se convirtió en el ejemplo que los padres japoneses presentaban a sus hijos como encarnación de la lealtad familiar.
Rescate Tras la Guerra: Supervivencia y Renovación del Akita Inu
Durante la guerra, la raza Akita estuvo al borde de la extinción. Aunque acompañaba a su dueño, Hidesaburō Ueno, al trabajo como profesor en la Universidad Imperial de Tokio, Hachikō era parte de una raza en peligro que provenía de la prefectura de Akita, en el noroeste de Japón.
Durante siglos, los Akitas habían recorrido las montañas nevadas de esa región, cazando alces, jabalíes e incluso osos. Sin embargo, la fascinación por las peleas de perros, una aberración que causó un gran sufrimiento animal, llevó a la cruza con diversas razas europeas para aumentar el tamaño de estos perros nativos. Esta práctica fue posteriormente prohibida y con razón, ya que causó un deterioro en las características distintivas de tipo spitz del Akita, como los ojos triangulares pequeños y la cola rizada prominente. Incluso las fotos de Hachikō muestran que una de sus orejas estaba caída, lo cual hoy en día es una descalificación según el estándar de la raza Akita.
Afortunadamente, se ha evolucionado hacia la protección y el respeto por estas magníficas criaturas, dejando atrás las prácticas crueles que pusieron en peligro su existencia y que causaron tanto daño a los animales involucrados.
Características Físicas y de Temperamento del Akita Inu
La preservación de la raza fue llevada a cabo por el ingeniero de Mitsubishi, Morie Sawataishi, quien adquirió su primer Akita en 1944 mientras vivía con su esposa e hijos en el área rural de Hachimantai. Sawataishi fue atraído por los Akitas que demostraban «kisho» o espíritu, una especie de energía enfocada y autodeterminada. Junto con otros criadores japoneses de la posguerra, trabajó meticulosamente para reconstruir la raza después de los estragos de la guerra, planificando cuidadosamente las camadas y organizando exposiciones caninas. Además de las buenas intenciones, se requerían cruces con perros de otras líneas para expandir el pool genético debido a la escasez de ejemplares.
Algunos criadores japoneses recurrieron a la línea Ichinoseki, nombrada así por un adinerado propietario de tierras cuyos perros llevaban la sangre del masivo e impresionante Tosa Inu, un perro de pelea nativo que había sido cruzado con mastines y bulldogs en la década de 1850, cuando Japón se abrió al mundo occidental. Otros criadores de Akita eligieron la línea Dewa, que incorporaba cruces con Pastores Alemanes que proliferaron durante las dos guerras mundiales. Uno de los perros más famosos de esta línea, Kongo-Go, se convirtió en uno de los sementales más populares de la era de posguerra, promocionado como un «tesoro nacional».
La llegada del Akita a Estados Unidos en la década de 1950 marcó un hito importante en la historia de la raza. Los perros de estilo Kongo-Go se establecieron en el país y, con el tiempo, comenzaron a divergir significativamente de sus contrapartes japonesas. Con el tiempo, el Kennel Club Argentino reconoció oficialmente dos razas distintas: el Akita Americano y el Akita Inu, también conocido como Akita Japonés. En los Estados Unidos, sin embargo, ambas variedades continuaron compitiendo en la misma categoría de exposiciones caninas durante más de medio siglo. Sin embargo, el Club Akita de América votó el año pasado para definir formalmente a ambas variedades como razas separadas en los Estados Unidos, siguiendo el camino de otros países en el mundo.
Hoy en día, el Akita es una raza popular y bien establecida en todo el mundo, con una gran concentración de ejemplares en Estados Unidos. Gracias a los esfuerzos de los criadores de Akitas en Japón y en Estados Unidos, la raza ha sido preservada y protegida, y sigue siendo un símbolo de lealtad y devoción inquebrantables.
La estatua de Hachikō, frente a la concurrida estación de tren que dio a conocer a la raza Akita al mundo, fue reemplazada años después de la guerra. Esta estatua de bronce, con las patas delanteras pulidas por las caricias afectuosas de los visitantes, se ha convertido en un lugar de encuentro popular y en un punto focal constante en la bulliciosa plaza que la rodea.
Gracias a la dedicación de los criadores de Akita a ambos lados del Pacífico, lo mismo puede decirse de la raza a la que trabajaron arduamente para preservar y proteger.
Cuidados y Socialización del Akita Inu: Claves para su Desarrollo
El Akita Inu es un perro grande y poderoso. Los machos suelen medir entre 66 y 71 centímetros a la cruz, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas, con una altura de 61 a 66 centímetros. Su peso varía entre 34 y 59 kilogramos. Tienen una estructura ósea robusta y una musculatura bien desarrollada, lo que les confiere una apariencia imponente.
La cabeza del Akita Inu es grande y ancha, con orejas pequeñas y triangulares que se mantienen erguidas. Sus ojos son oscuros, de forma almendrada y expresión alerta. La cola es espesa y se lleva rizada sobre el dorso. El pelaje del Akita Inu es denso y resistente a la intemperie, con una capa externa áspera y una capa interna suave. Los colores más comunes son rojo atigrado, blanco, sésamo y cervato. Todos los Akitas Inu deben tener Urajiro.
El Akita Inu es conocido por su lealtad y valentía. Son perros dignos, serenos y decididos. Aunque pueden ser reservados con extraños, son extremadamente afectuosos y leales hacia sus dueños y su familia. Son perros inteligentes y, a veces, pueden mostrar una personalidad dominante, por lo que el entrenamiento y la socialización temprana son fundamentales.
Es importante destacar que el Akita Inu tiende a ser un perro independiente y puede ser desafiante en ciertas situaciones. Requiere un dueño seguro y con experiencia en el manejo de razas de carácter fuerte. Además, debido a su instinto de protección y su naturaleza territorial, es esencial una socialización adecuada para prevenir comportamientos agresivos hacia otros perros o animales.
Salud del Akita Inu: Enfermedades y Cuidados para una Vida Plena
En general, el Akita Inu es una raza saludable, pero como ocurre con cualquier perro, existen algunas enfermedades a las que pueden ser propensos. Algunas de las enfermedades más recurrentes en el Akita Inu incluyen displasia de cadera, displasia de codo, hipotiroidismo y problemas oculares como la atrofia progresiva de retina.
El promedio de vida de un Akita Inu suele ser de 10 a 15 años, aunque algunos ejemplares han vivido más tiempo con los cuidados adecuados, una alimentación equilibrada y visitas regulares al veterinario.
Consideraciones Clave al Traer un Akita Inu a tu Hogar
Para considerar antes de tomar una decisión apresurada ten en cuenta…
Compromiso Duradero: El Verdadero Significado de Tener un Perro
Antes de apresurarte a conseguir un Akita Inu, es fundamental recordar que tener un perro es un compromiso DE POR VIDA. El abandono nunca debería ser una opción.
La elección de adquirir un perro debe ser tomada en conjunto por la familia, y todos deben compartir la responsabilidad de su bienestar.
Conoce a tu Futuro Compañero Canino: Investigación y Compatibilidad
Es importante tener en mente que cada raza canina tiene sus propias características y necesidades particulares. Si estás pensando en incluir un perro en tu vida, es esencial investigar y comprender las particularidades de la raza para asegurarte de que sea compatible con tu estilo de vida y proporcionarle los cuidados adecuados.
Te ayudamos brindándote algunas pautas para tu elección ¿Cómo elegir una raza de Perro?
Valida la Autenticidad: Documentación del Kennel Club Argentino
En Argentina, el único registro oficial de perros de raza y criadores es el Kennel Club Argentino. Al llevar un perro a tu hogar, verifica que posea la documentación oficial del Kennel Club Argentino. En caso contrario, te recomendamos reconsiderar la elección del criador/a para tu tranquilidad.
Podes verificar si está oficialmente registrado en nuestro Listado Oficial.
Si ya tiene un Akita Inu sin papeles y deseas saber como hacer su documento podes informarte aquí
Apoyo a la Causa: Adquisición Responsable de Mascotas
Únete a la lucha contra la cría clandestina: Adquiere siempre perros de criaderos debidamente registrados.
Preparándote para la Llegada del Cachorro
¿Qué verificar al llevar un cachorro a casa?
Selección de un Criador Confiable
Cuando lleves a casa un Akita Inu cachorro, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
- Selecciona un criador confiable: Esto garantizará un cachorro saludable y acorde a los estándares oficiales de la raza. Un buen criador proporcionará garantías de la salud de los padres, documentación en regla y pedigrí del único registro oficial que trabaja con criadores éticos. Estará dispuesto a brindarte información detallada sobre la procedencia del cachorro.
- Considera la adopción: Si no cuentas con los recursos para comprar un cachorro, considera adoptar a un perro deseoso de amor en un refugio legítimo y responsable.
Cumpliendo con los Requisitos del Cachorro
El cachorro debe cumplir con lo siguiente:
- Haber sido desparasitado antes de su retiro del criadero.
- Tener al menos 45 días de edad.
- Contar con un carnet de vacunación.
- Poseer documentación legal del único registro oficial.
Cuidados para una Compañía Duradera: Tu Responsabilidad
«Si ya posees un Akita Inu o estás pensando en adoptar o comprar uno, este encantador perro seguramente llenará tu hogar de alegría. Sin embargo, es fundamental cuidarlo adecuadamente y dedicarle tiempo. De esta manera, podrá vivir una vida excelente y feliz a tu lado por mucho más tiempo».
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