Leonberger, un gigante alemán
El Leonberger es una raza de perro alemana originaria de la ciudad de Leonberg, donde se crearon a través de cruces entre Terranova, San Bernardo de pelo largo y algunos de los Grandes Pirineos que aparecieron a principios del siglo XIX.
Es una raza de tamaño gigante y con una apariencia poderosa pero el Leonberger también es conocido por su gracia y elegancia aristocrática. Entre los propietarios más destacados que tenían esta raza se encontraban miembros de la realeza como el rey Umberto I de Italia, el zar Alejandro II de Rusia y el príncipe de Gales de Inglaterra.
Historia del Leonberger
El escudo de armas de la ciudad de Leonberg representa a un león que se alza sobre sus patas traseras y la tradición de la raza dice que esa noble bestia inspiró a este perro majestuoso de pelaje despeinado que pronto se volvió popular entre la aristocracia.
A diferencia de muchas razas que se fueron originando y estableciendo por accidente (había que hacer un trabajo y un perro al azar se destacó en él porque tenía cierto tamaño, forma o color), el Leonberger fue una creación muy intencional. El hombre que dio origen a la raza fue Heinrich Essig, un político, empresario y comerciante de perros durante el siglo XIX en Leonberg.
Utilizando San Bernardos y Terranovas, entre otras grandes razas de trabajo, el objetivo de Essig era criar una mascota majestuosa para la realeza europea, un verdadero perro digno de un rey.
Desde la década de 1680, la plaza del mercado de Leonberg se convirtió en un sitio famoso por su mercado de caballos, así que los ciudadanos de Leonberg de mediados del siglo XIX estaban acostumbrados a la compra y venta de ganado, y los perros eran considerados precisamente eso.
Por su parte, Essig era un astuto comerciante y vendedor, llegando a vender más de 300 perros al año. Al criar su primera camada de Leonberger en 1846, que generalmente se acepta como el año en que se fundó la raza, se dice que Essig cruzó un Landseer, un Terranova y un San Bernardo de pelo corto. Más tarde, según los informes, agregó una dosis de Gran Pirineo, aunque no hay registros que confirmen nada de esto.
Los perros grandes con un abundante pelaje propiedad de granjeros eran comunes en el sur de Alemania en este período y tenían muchos nombres. Pero fue Essig quien tuvo la visión, sin mencionar las habilidades a la hora de realizar ventas, para formalizarlos en una raza popular.
Obsequiando perros a figuras de alto perfil para ayudar a establecer su prestigio y prestándolos a ilustradores populares para que los usaran como modelos, Essig vendió Leonbergers a un gran número de figuras destacadas del siglo XIX. Entre los propietarios de todo el mundo se encontraban miembros de la realeza como el rey Umberto I de Italia; el zar Alejandro II de Rusia; el príncipe de Gales de Inglaterra, que más tarde se convirtió en el rey Eduardo VII, y la emperatriz Elisabeth de Austria. Los Leonbergers también honraron las propiedades de líderes como Napoleón II y III y Otto von Bismarck; los compositores Richard Wagner y Sergei Rachmaninoff, y el patriota italiano Giuseppe Garibaldi.
A pesar de sus inicios majestuosos, los Leonberger se han empleado durante mucho tiempo como perros de trabajo versátiles en granjas, pastizales y costas. Son sorprendentemente ágiles y son excelentes nadadores.
Como cualquier empresa comercial exitosa, hubo imitadores. Pero Essig nutrió minuciosamente su «marca», enviando a los perros más elegantes y sustanciales a lugares tan lejanos como Japón, Rusia y los Estados Unidos. En los primeros años de la raza, Essig trató de producir perros blancos porque eran populares. No fue hasta después de su muerte en 1899 que el pelaje rojizo leonado con melena y su característica máscara negra se fijó y asociaron de manera indeleble con el Leonberger.
Dejando a un lado la variación en el color y la apariencia, Essig potenció un rasgo que es universal en la raza, incluso hasta el día de hoy: un temperamento afectuoso y estable que resulta irresistible para todos aquellos que tienen el gusto de conocerlo. Los perros de este tamaño imponente necesitaban ser ejemplares, nunca tímidos ni agresivos con las personas u otros perros. Gentiles y juguetones en proporción directa a su tamaño formidable, los Leonbergers temperamentalmente se parecen más a un oso de peluche que al poderoso león que supuestamente fue su inspiración.
Si bien el Leonberger fue un éxito rotundo entre los propietarios, su recepción por parte de las autoridades caninas victorianas no fue la más favorable. La negativa de Essig de escribir un estándar o recordar con exactitud los pedigríes provocó un rechazo continuo ante las autoridades que custodiaban las exposiciones caninas. Los Leonbergers fueron descartados en algunos sectores como aspirantes a San Bernardo, y en las exposiciones caninas a menudo se los agrupaba con otras razas, o no se les permitía mostrarlos en absoluto.
Dada esta hostilidad del floreciente mundo de las exposiciones caninas, es un milagro que el Leonberger haya sobrevivido más allá de la vida de Essig. Pero sobrevivió, incluso a través de los desafíos y las privaciones de dos guerras mundiales.
Las primeras importaciones de Leonberger se exhibieron en el famoso espectáculo de Westminster de la ciudad de Nueva York durante la década de 1880, y la raza ha estado continuamente presente en los Estados Unidos desde la década de 1970.
Aunque su estándar tardó en definirse tanto en tamaño como en el color de su pelaje, finalmente se consiguió establecer de manera formal las características únicas que consiguieron que este animal fuese muy valorado en trabajos de salvamento en zonas de montaña.
Hoy en día sigue siendo una raza poco popular a pesar de esto, aquellos que tienen la suerte de tenerlos como mascotas destacan sus características físicas y sobre todo su especial temperamento.
Características del Leonberger
El Leonberger es una raza de tamaño gigante. Un macho puede medir más de 70 cm a la cruz y pesar unos 60 kg. Las hembras son un poco más pequeñas. Tiene un cuerpo de apariencia fuerte y musculosa, con patas cortas acompañadas de un porte elegante. Su cráneo es redondeado y su mandíbula más bien corta.
Los rasgos más distintivos de la raza son su pelaje impermeable de longitud media, orejas triangulares y caídas junto con una cola tupida y una máscara negra que enmarca unos ojos de color marrón oscuro.
Una característica llamativa del pelaje del macho es la melena de león alrededor del cuello y el pecho. El manto del Leonberger es de doble capa, con una capa interna densa y suave, y una capa exterior más áspera, abundante y larga. El color en esta raza es leonado, además de la máscara negra que cubre su cara.
El gran tamaño de esta raza podría llevar a pensar que son animales agresivos o violentos, sin embargo los Leonberger tienen un carácter apacible y dócil.
Su dulzura y naturaleza sensible los convierte en excelentes perros para prácticas terapéuticas, ya que están dispuestos a compartir su amor y dulzura con todos, no solo con su familia.
Como la mayoría de los perros guardianes y trabajadores, son inteligentes y pueden tomar decisiones lo que los vuelve un poco tercos.
No son agresivos con las personas, aunque se vuelven reservados con los extraños a medida que maduran.
Cuidados y necesidades
Los Leonberger son perros muy inteligentes que responden muy bien al entrenamiento. De hecho, el entrenamiento y la socialización son esenciales para esta raza.
El entrenamiento desde cachorros usando técnicas de refuerzo positivo los convertirán en un compañero fiel. Si no se los entrena pueden aparecer rasgos no deseables, como su lado travieso y destructivo. Su carácter tranquilo y dócil responde mejor a órdenes dadas suavemente, pero con firmeza.
Vivir con un Leonberger en un departamento no es recomendable ya que su gran tamaño requiere liberar altas dosis de energía, pero mientras se les del ejercicio que necesitan, los Leonbergers son cachorros que pueden adaptarse a vivir en cualquier lugar.
Esta es una raza de perros muy activos, por lo que necesitarán actividad diaria para mantenerse saludables y ayudar a prevenir la obesidad. Son excelentes compañeros para realizar caminatas y les encanta nadar.
Los altos niveles de energía y la inteligencia los convierten en grandes competidores en pruebas de agilidad y obediencia, también se destacan en tareas terapéuticas y trabajos de rescate acuático.
Los Leonbergers son difíciles a la hora de mantener un espacio limpio. Su denso pelaje, de longitud media y su capa interna se encuentra en un continuo estado de recambio. Debido a todo ese pelaje, los propietarios deberán cepillarlo diariamente. Es probable que también necesiten un baño una vez al mes.
Al tener un gran tamaño esta raza requiere mayores cantidades de comida pero sin excederse, ya que pueden sufrir de obesidad. La alimentación debe ser equilibrada y estar siempre acompañada de un ejercicio diario.
A esta raza le encanta estar acompañada de su familia y no le gusta pasar mucho tiempo en soledad. Son excelentes animales de compañía porque ellos también la disfrutan.
Salud del Leonberger
La esperanza de vida del Leonberger suele rondar los 9 años. Se caracteriza por ser una raza que presenta un gran bienestar, siempre y cuando se les den los cuidados y la atención necesaria a ciertas cuestiones, sin embargo, al ser una raza de gran tamaño existen enfermedades que pueden afectar en mayor o menor grado su salud.
Algunas de las patologías que pueden afectarlos es la torsión gástrica, razón por la cual es importante su alimentación y que la misma no suceda justo antes de realizar ejercicio. Otra de las enfermedades que puede afectar a los Leonberger es la displasia de cadera, el hipotiroidismo y problemas relacionados con los ojos y la visión.
Por último…
Antes de salir corriendo a buscar un Leonberger ten en cuenta que un perro es para TODA LA VIDA. El abandono NO es una opción, la decisión debe darse en ámbito familiar y todos deben ser responsables de su Bienestar.
El Kennel Club Argentino es la única organización que registra Oficialmente los perros de raza y los criadores en la Argentina. Cuando lleves un perro a tu casa verifica que tenga la documentación Oficial del Kennel Club Argentino, sino es así te aconsejamos para tu tranquilidad desistir de llevar ese perro.
Ayúdanos a combatir la crianza clandestina, siempre adquieran perros en criaderos Oficialmente registrados
Si todavía no tenés tu Leonberger registrado y protegido por la ley, puedes hacerlo en el Kennel Club Argentino, contáctanos pinchando aquí.
¿Qué Verificar al llevar un cachorro a casa?
Consejos a la hora de llevar un Leonberger a tu hogar es importante que tengas en cuenta ciertas cosas como:
- Buscar un buen criador: Así tendrás la certeza de que el cachorro es sano y excelente ejemplar, bajo el estándar Oficial de su raza. Un buen criador, te dará garantía que procede de padres sanos, sus papeles en regla y el pedigrí del Único Registro Oficial que trabaja con Criadores Éticos. Te proporcionará toda la información que le solicites sobre la procedencia del cachorro.
- Si no tienes dinero para comprar un cachorro, puedes adoptar un hermoso perro que está deseoso de recibir amor, pero hazlo en un refugio responsable y legalmente constituido.
El cachorro de debe contar con:
- Desparasitación al día de retirarlo del criadero
- Tener 45 días mínimo
- Carnet de Vacunación
- Documento legal del Único Registro Oficial