Shih Tzu una raza originaria del Tibet
El Shih Tzu es una raza de perro originaria de Tibet. Los chinos los criaban y arreglaban para que se parecieran a alfombras vivientes, de acuerdo con la cultura china, siendo muy apreciados como perros guardianes. Al igual que el Lhasa Apso, es una raza ligada estrechamente con la religión budista, posiblemente procedente de un cruce entre el Lhasa Apso y el pekinés.
El nombre Shih Tzu proviene de la palabra china «perro león» ya que este tipo de perro fue criado para parecerse al león, tal y como se representan los leones guardianes chinos en el arte oriental tradicional.
Como ocurre en la mayor parte de las razas de compañía, los Shih Tzu maduran rápidamente, alcanzando el tamaño de la edad adulta aproximadamente a los diez meses.
Suele ser ligeramente más largo que alto y tiene un cuerpo robusto y una cabeza de buen tamaño. El hocico es bastante corto, con una mordida en prognatismo inferior. La cabeza es redonda y los ojos bastante saltones. Lleva la cola alegremente enroscada sobre la espalda. Sus pasos son alargados y rápidos para un perro tan pequeño.
El Shih Tzu está cubierto de un exuberante pelo liso y largo. Esta doble capa requiere mucho mantenimiento, especialmente si se deja largo. Todos los colores están aceptados para el pelo, aunque se prefiere un pigmento oscuro alrededor de los ojos y en la trufa. Suelen ser perritos bastante robustos que pueden vivir hasta los 14 o 15 años.
Historia del Shih Tzu
Durante el siglo XVII el Dalai Lama obsequió al Emperador algunos ejemplares de esta raza. A finales del siglo XIX, Ts’eu-hi, emperatriz abuela del último emperador, era una gran admiradora del Shih Tzu por lo que tenía más de un centenar de estos animales junto con cuidadores especializados para los mismos. Desafortunadamente al morir la emperatriz en 1908 la popularidad del Shih Tzu se vio drásticamente reducida.
No fue sino a principios de los años treinta, cuando comenzó a introducirse en casas de notables chinos volviéndose un poco más común. Fue en aquella época cuando recibió algunos nombres del tipo: Lhassa lion dog, tibetano poodle, etc. En 1934 se fundó el primer Club especializado de la raza, el Peking Kennel Club. Sin embargo, la invasión japonesa en China durante ese mismo año ocasionó que la raza se extinguiera en su propio país de origen.
Afortunamente los europeos se habían aficionado a esta raza y después de su aparición en el viejo continente los Shih Tzu sustituyeron a los Lhasa Apso como los perros favoritos de nobles y ricos. Los viajeros que durante aquella época visitaban el país oriental trajeron la moda de estos pequeños perros a Europa y, posteriormente, en 1955 esa moda comenzó a extenderse por Estados Unidos, donde causaron una fuerte impresión. En la era moderna, la moda de los Shih Tzu desapareció gradualmente, y tras la revolución comunista la raza de perros se consideró extinta en China, aunque ya había dejado su impronta en Occidente.
Toda la herencia genética de los Shih Tzu proviene de siete parejas de perros, uno de ellos pekinés, que gracias al esfuerzo de varios historiadores han podido ser identificados
Los Shih Tzu están clasificados en la mayor parte de los países en el grupo de perros toy. Su altura oscila entre los 20 y los 30 cm y su peso entre los 5 y los 10 kg.
Personalidad
Los Shih Tzu son famosos por su temperamento alegre y feliz, son juguetones y simpáticos, tienden a llevarse bien con personas de todas las edades y con otros perros, así como con mascotas de otras especies. Rara vez encontrarás a un Shih Tzu antipático, ya que la mayoría son muy dulces.
Con sus hocicos cortos, los Shih Tzu no son buenos mordedores, aunque sí disfrutan excavando y algunos se permiten ladrar de forma molesta. Les mueve un enorme deseo de estar con humanos, ya sea sentados en tu regazo o dando un paseo por el parque.
Convivencia
Los Shih Tzu pueden volverse obesos rápidamente si reciben demasiados premios por ello es importante realizar pequeños paseos para mantenerles en forma.
Ten cuidado con el ejercicio en condiciones climáticas húmedas y cálidas, puesto que con su hocico corto es una raza propensa a sufrir golpes de calor. Estos perros necesitan baños semanales para ayudar a mantener los enredos a raya.
Les gusta compartir su tiempo con las personas y es fácil acabar consintiéndolos. Disfrutan con el adiestramiento y aprendiendo trucos que los convierten en el centro de atención. Les gusta relacionarse con los niños pequeños, aunque les gustan las personas de todas las edades. No cuentes con tu Shih Tzu para vigilar la casa; probablemente acogerá a los ladrones con las patas abiertas.