Elegir el Cachorro Adecuado
ELEGIR EL CACHORRO ADECUADO
La adquisición de un cachorro es algo importante pues su dueño compartirá con el compañero elegido gran parte de su vida. Así que más vale no fijarse en el famoso flechazo, ni elegir solo por tamaño o color.
Un buen método para llegar a intuir si el cachorro en cuestión será «válido», es realizarle el denominado «TEST DE CAMPBELL». Se trata de una serie de pruebas que se realizan al animal, con el objetivo de saber cómo reacciona ante determinadas situaciones; lo cual puede ayudarnos a determinar cómo lo hará en el futuro. Las pruebas son las siguientes:
Primer test: Atracción social
Coloca al cachorro en el centro de la habitación y en silencio aléjate unos pasos en sentido opuesto a él. Arrodíllate y aplaude suavemente para llamar su atención.
¿Cómo reacciona el cachorro?
- Acude enseguida, con la cola levantada, dando saltos y mordisqueándote las manos.
- Acude sin dificultad, con la cola levantada, apoyando con sus patas tus manos.
- Acude, sin dificultad, pero con la cola baja.
- Acude titubeando.
- No acude.
Segundo test: Aptitud para seguir al amo y grado de independencia
Sitúate al lado del cachorro, comienza a caminar asegurándote de que se da cuenta.
¿Cómo reacciona el cachorro?
- Sigue al examinador sin dificultad, cola en alto tratando de mosdisqear los pies.
- Lo sigue sin dificultad, cola en alto, sin mordisquear.
- Lo sigue fácilmente, con la cola baja.
- Lo sigue titubeando, con la cola baja.
- No lo sigue o se aleja hacia otro lado.
Tercer test: Obligación y respuesta a la contención.
Coloca al cachorro sobre el suelo, boca arriba y mantenlo así unos 30 segundos, apoyando la mano sobre su pecho.
¿Cómo reacciona el cachorro?
- Lucha vigorosamente, se debate y muerde.
- Lucha vigorosamente.
- Se debate pero después se tranquiliza.
- No se debate, lame las manos del examinador.
Cuarto test: Dominación social.
Arrodíllate al lado del cachorro, palmea suavemente en la parte superior del cráneo, bajando a lo largo de la columna vertebral sobre el dorso y acarícialo a contrapelo sobre la misma región durante 30 segundos.
¿Cómo reacciona el perro?
- Salta, muerde y gruñe.
- Salta y patea.
- Se retuerce siguiendo y lamiendo las manos del examinador.
- Se da la vuelta boca arriba y lame las manos.
- Se queda quieto, pero lame las manos.
Quinto test: Dignidad
Coloca las manos entrecruzadas bajo el tórax del cachorro y levántalo de forma que sus patas no toquen el suelo. Mantenlo en esta posición durante 30 segundos.
¿Cómo reacciona el cachorro?
- Lucha enérgicamente, gruñe y muerde.
- Lucha pero sin morder.
- Lucha, luego se calma y lame las manos.
- No se mueve y lame las manos.
Hasta aquí las 5 pruebas del test. Se deben realizar una sóla vez cada una de ellas se obtenga el resultado que se obtenga. Apunta en una hoja todas las respuestas.
Dominante agresivo: (dos «1» con algun «2»): Cachorro dominante y agresivo. Habrá que tratarlo con cuidado, no pegarle nunca, pues aumentaría su agresividad. No conviene hacerlo rabiar, por lo tanto, no es aconsejable su trato con niños.
Este cachorro llevado de una forma suave, pero firme, se convertirá en un adulto capaz de reacciones defensivas en caso de peligro.
Dominante: (Tres o más «2»): Perro dominante. Si se le consienten los caprichos, se volvería insoportable. Debe ser educado con suavidad, pero con firmeza. No se aconseja su convivencia con niños.
Equilibrado: (Tres o más «3»): Un perro relativamente equilibrado, capaz de integrarse sin problemas a cualquier hogar. Ni demasiado agresivo ni demasiado sumiso. Puede convivir tranquilamente con los niños.
Sumiso: (Dos o más «4» con una o varios «3»): Perro muy sumiso, muy sensible a las reprimendas, necesita mucho cariño. Si se le castiga demasiado, podrá hacerse pipí por sumisión. Conviene darle confianza a sí mismo. Podría morder por temor si se siente acorralado e incapaz de huir. Sensible y cariñoso. Puede convivir con niños.
Independiente: (Dos o más «5»): Cachorro muy difícil de educar. Independiente, solo hace lo que le da la gana. Puede atacar y morder si se le castiga, incluso volverse extremadamente feroz. Evitar su contacto con niños.